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Mi (no tan) reciente amor por los relojes

Todos tenemos «hobbies» e intereses distintos y a veces muy particulares. Hay quienes coleccionan cosas por puro gusto como monedas, vehículos a escala, estampas, etc. Y están también quienes coleccionan artículos inconscientemente como revistas, periódicos o simplemente mugre y objetos viejos, cachivaches les dicen en mi pueblo. Aunque nunca he sido acumulador, y recientemente he estado aplicando el motto o filosofía de «Less is more» a distintos aspectos de mi vida hay algo que siempre me pareció sumamente interesante y que se ha vuelto un tema de pasión para mi: los relojes.

En algunas publicaciones anteriores ya he hecho mención a mi afición por estos artefactos; desde chico tengo presente el relacionar la masculinidad y un reloj. Las mujeres, por naturaleza, tienen un arsenal de accesorios que pueden utilizar, en cambio. el hombre usualmente solo puede (o debe, para mi gusto) portar dos cosas: su anillo, para quienes están casados, y un buen reloj.

Pero más allá del tema de la masculinidad o del hecho de discutir banalidades de la moda y apariencia me parece que un reloj es un instrumento sumamente interesante para los que nos apasiona la ingeniería y la ciencia. Aunque la mayoría que utilizamos relojes lo hacemos por gusto más que por utilidad, sobre todo en tiempos digitales, estos artefactos tienen una historia sumamente rica y han sido parte del desarrollo del hombre a lo largo de los siglos. Al estudio del tiempo y sus medidas se le llama horología.

Aunque no me considero un experto ni pretendo serlo algún día, he aprendido bastante sobre el tema en los últimos 3 o 4 años que he estado no solo adquiriendo diferentes piezas sino estudiando al respecto: marcas, movimientos, complicaciones y por supuesto, historias de grandes hombres y sus relojes, o como algunos han sido testigos y en casos particulares, protagonistas de grandes cambios en la historia de la humanidad.

Omega Speedmaster Moonwatch
Omega Speedmaster Moonwatch: el reloj que fue a la Luna

Curiosamente, los relojes están muy relacionados con otros intereses personales, particularmente con la aviación, la guerra y la carrera al espacio. Desde relojes para medir velocidades, cronógrafos para detonar a tiempo una carga hasta un «bisel giratorio» para contar el tiempo restante de oxigeno. Todas estas actividades cuentan usualmente con presencia de un reloj, aun en tiempos modernos.

Quizá la razón principal por la cual no había desarrollado esta actividad anteriormente era por falta de dinero. Aunque no puedo decir que tengo una gran colección de millones de dólares si he invertido en ellos y no solo en el reloj sino en las herramientas para darles mantenimiento o cambiar algunas de las piezas así que no le había dado prioridad a esto o simplemente no le había dedicado el tiempo suficiente (irónico, lo sé) por darle prioridad a otros asuntos en mi presupuesto.

Estaré compartiendo pequeños fragmentos de esta otra pasión que tengo aquí en mi blog y espero poder brindar información útil pero sobre todo apasionar a otros en este increíble mundo de los relojes.

Como nota: El reloj en la portada de esta publicación es mi cronógrafo Bulova de cuarzo.

Publicado enGeneralPersonal

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